viernes, 12 de febrero de 2016

San Juan de la Cruz.

Biografía.

Su verdadero nombre era Juan de Yepes y nació el 24 de junio de 1542 en Fontiveros, pequeño pueblo abulense perteneciente a Castilla y León, una comunidad autónoma de España.
Murió su padre cuando Juan tenía seis años; a los nueve años, se trasladó con su madre al abulense pueblo de Medina del Campo, en donde a los 17 años, ingresa en un colegio de jesuitas para estudiar humanidades.
El año 1563 toma los hábitos de la orden religiosa Carmelita, adoptando el nuevo nombre de fray Juan de san Matías; al año siguiente se traslada a Salamanca para cursar estudios de teología en su célebre universidad. En el año 1567 es ordenado sacerdote, y adopta el nuevo y definitivo nombre de Juan de la Cruz. Su ilustre paisana de Ávila, Teresa de Jesús, trabó gran amistad con él y le integró en el movimiento de la reforma carmelita que ella había iniciado.
En 1568 Juan de la Cruz fundó el primer convento de Carmelitas Descalzos, los cuales practicaban a ultranza la contemplación y la austeridad. Unos años después, 1577, sus intentos reformistas de las órdenes monásticas, le llevaron a sufrir 9 meses de dura prisión en un convento de Toledo, acusado de apóstata. De su cautiverio en aquella cárcel-convento de Toledo, nace la composición de su obra cumbre: "Cántico espiritual". En otras poesías se puede llegar a entrever en lenguaje subliminal, el relato que hace de su astuta y sorprendente huida en la madrugada del 15 de agosto de 1578, estando la fortaleza sobre un peligroso acantilado sobre el Tajo profundo que ciñe a Toledo.



Para huir de la prisión conventual toledana, contó con las influencias que ejerció su paisana Teresa de Jesús, ante la duquesa de Alba. Con su huida dio en refugiarse en un convento de Jaén y continuó con la reforma carmelitana, fundando varios conventos por Andalucía. En esta región llegó a ser nombrado Vicario Provincial de la orden de Carmelitas Descalzos; pero el buen Juan siguió con su obstinación de la reforma, lo que le llevó a enfrentamientos con la jerarquía religiosa y a sufrir nueva prisión en el convento de la Peñuela, en plena Sierra Morena, en donde culminó la escritura de sus principales obras literarias.
Cuando por fin es excarcelado y se dispone a cumplir con el traslado que se le impone a América, el 14 de diciembre de 1591, muere a la edad de 49 años.

135 años después, es elevado a la categoría de santo, por la iglesia católica.


Obras:
En total San Juan de la Cruz tiene 20 composiciones que se dividen en poemas menores y mayores.
Poemas menores: Romances, canciones (El Pastorcico) y glosas.
Poemas mayores: "La noche oscura del alma", "La llama de amor viva" y "El Cántico Espiritual".

Podríamos decir y destacar que las obras de San Juan de la Cruz tienen las siguientes características:

-Un tema exclusivo: el amor divino.
En la historia de la poesía no ha habido expresión más alta del amor divino que los poemas de San Juan de la Cruz. Resulta paradójico que esta expresión se realice mediante un lenguaje plenamente humano, cargado de sensualidad y de afectividad y lleno de referencias a la naturaleza.


-El estilo: la expresión de lo inefable.
Por inefable entendemos aquello que no puede explicarse con palabras. La poesía mayor de San Juan de la Cruz es un intento de expresar una experiencia de amor supremo  (la experiencia mística) que, por su condición especial, resulta difícilmente comunicable. 

A pesar de todo, la experiencia mística es inefable, y sólo podrá darse de ella "alguna luz general", pues el lenguaje resulta siempre insuficiente. Ocurre algo parecido a cuando, tras contemplar un hecho maravilloso, nos faltan palabras para describirlo.

Para la expresión de lo inefable "la unión mística", San Juan recurre con frecuencia a un lenguaje lleno de paradojas, antítesis, símbolos y metáforas. Todos estos recursos reflejan la dificultad que el poeta encuentra para transmitir su experiencia mística.

El amor, motivo central de toda su poesía, proyecta sobre los versos de San Juan una carga de afectividad que se refleja en el uso abundante del tono exclamativo y del diminutivo.

En cuanto al léxico, se da en la poesía de San Juan un original contraste entre términos cultos y populares.

-Inspiración y técnica:
Escribía desde una posición de rapto, de éxtasis; y, sin embargo, no cabe olvidar que San Juan posee una técnica depuradísima, gracias a la cual consigue dar a sus versos una elevada calidad artística.
En definitiva, si por una parte encontramos en San Juan un poeta de inspiración, que escribe en ese estado de arrobo que le produce su inmenso amor por Dios, por otra parte nos encontramos también un poeta de indudable maestría técnica, vinculado a la tradición poética de su siglo.


"El pastorcico."

Un pastorcico solo está penado
ageno de plazer y de contento
y en su pastora puesto el pensamiento
y el pecho del amor muy lastimado.

No llora por averle amor llagado
que no le pena verse así affligido
aunque en el coraçón está herido
mas llora por pensar que está olbidado.

Que sólo de pensar que está olbidado
de su vella pastora con gran pena
se dexa maltratar en tierra agena
el pecho del amor mui lastimado!

Y dize el pastorcito: ¡Ay desdichado
de aquel que de mi amor a hecho ausencia
y no quiere gozar la mi presencia
y el pecho por su amor muy lastimado!

Y a cavo de un gran rato se a encumbrado
sobre un árbol do abrió sus braços vellos
y muerto se a quedado asido dellos
el pecho del amor muy lastimado.




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